Pago de arriendo en tiempos de crisis covid-19

Recomendaciones para enfrentar el pago del arriendo en crisis

Este artículo es un guest post y me lo proporcionó la Econ. Carolina Gómez, CEO de The Profit, a propósito de la encuesta sobre el pago de arriendos durante la pandemia que hicimos hace poco y que publiqué los resultados con su respectivo análisis.

Con la crisis actual en la que se encuentra la humanidad por el virus COVID-19, que llegó para cambiar la forma en la que los seres humanos se relacionan, y esto dado que la única forma conocida actualmente por los expertos para frenar su contagio y propagación es quedarse en casa, si los humanos se paralizan, el virus se paraliza. Sin embargo, los ciudadanos nos encontramos en una lucha de poderes, puesto que, por un lado, por el bien de todos debo quedarme en casa, pero por el otro, si no salgo no produzco y por ende no tengo cómo pagar las cuentas y, en muchos casos, ni siquiera cómo comer. ¿Quién podrá ayudarnos? La pregunta que sin duda se hacen miles de independientes, emprendedores, trabajadores e incluso empresarios, porque si hay algo que tiene esta crisis es que nos está tocando a todos de una u otra forma.

En función de este contexto mundial, cada gobierno está haciendo lo pertinente para proteger a sus ciudadanos, unos actuando de manera más acelerada y proteccionistas que otros, pero sin dudas todos están en combate de este virus revolucionario. En el caso de Chile, desde antes que llegara el virus el gobierno tomó acciones para evitar el ingreso y posterior propagación en el país, en busca de ese objetivo hoy miles de personas se encuentran con restricción absoluta de libre tránsito con el decreto de una cuarentena comunitaria aplicada en diferentes comunas de Santiago y otras regiones en todo Chile. Sin embargo, pese a los esfuerzos sanitarios tomados, el virus sigue avanzando rápidamente y desde el diagnóstico del primer caso positivo el 3 de marzo del 2020, ha dejado a la fecha varios muertos y cientos de infectados. Lo que hace más compleja la situación es que las expectativas de contagio para el COVID-19 siguen creciendo tanto, que el gobierno anunció que se encontraba preparado para 100.000 contagiados por la enfermedad.

En este sentido, es importante visualizar la crisis desde todos los ángulos, siendo que hay una realidad producto de esta contingencia, y es que la mayor parte de los ciudadanos no se encuentran preparados financieramente para afrontarla, ya que los deja imposibilitados en muchos casos para poder trabajar, y generar ingresos desde sus casas, a pesar de las leyes de teletrabajo. Existe un nuevo contexto país en donde buena parte de la población no tiene claro cómo va a pagar el arriendo y, además, hay una cantidad importante de la población que se encuentra arrendando una vivienda, alrededor del 25% de la población según cifras del 2018, siendo muy probable que esta cifra aumentara tomando en cuenta que:

  • El número de inmigrantes en el país ha venido creciendo y que, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su censo del 2017, se ubica en 1.251.225 personas que representa el 6,6% de la población, y estos en su mayoría viven arrendados.
  • Incluso, antes de que llegara el COVID-19, la población ya estaba atravesando problemas de índole económico que se traducían en aumento del número de incumplimientos de sus obligaciones; desde la crisis social que comenzó en octubre del año pasado, donde como producto de muchos días de protesta, saqueos, y caos social quedaron sin sus empleos miles de personas, cifra que según informaba el INE habría elevado la tasa de desempleo de octubre-diciembre ubicándola en 7%.

Con todo este contexto país adverso, ¿Cómo hacer para cumplir con el pago de arrendamiento si humanamente será imposible para muchos ciudadanos por toda la situación mundo?. En este sentido, hay elementos que debemos tener claros y que son ciertos a pesar del contexto, y es que los contratos de arrendamiento son acuerdos bilaterales contraídos voluntariamente por las partes y que, pese a la crisis, la única forma de modificar esa obligación es por acuerdo mutuo de las partes o porque un juez así lo determine, porque así usted haya quedado sin empleo, no está eximido del cumplimiento de esta obligación por sí solo, si no existe un acuerdo previo.

Sin embargo, no podemos dejar de lado, que con esta situación tanto arrendadores como arrendatarios se han visto afectados, aunque los arrendadores es muy probable que, dadas las iniciativas que han anunciado tanto bancos privados como públicos, puedan postergar el pago de sus créditos hipotecarios hasta por tres cuotas, lo cual minimiza las cargas que tiene, aunque sea de manera transitoria. Sin embargo, del lado del arrendatario aún no hay medidas claras tomadas ni por entes públicos, ni por privados, para palear el efecto negativo que el desempleo por causa de la crisis va a tener en el pago de los arriendos, así que son sus ciudadanos a través de la empatía y solidaridad quienes pueden marcar la diferencia, por lo que podemos recomendar lo siguiente para hacer frente a las negociaciones que seguramente va a tener que sostener con su acreedor para llegar a acuerdos de pagos o reajustes de canon de arrendamiento de manera transitoria:

  1. Analice su presupuesto familiar y determine cómo puede hacer frente al pago de su arriendo.
  2. Lea su contrato de arrendamiento detenidamente y tome en cuenta los detalles sensibles como intereses de mora, tolerancia de días de incumplimiento, multas, entre otros. Recuerde que su contrato de arrendamiento es el marco que va a regir cualquier negociación futura.
  3. Prepárese para negociar. Como en cualquier negociación, para que esta pueda ser efectiva ambos deben conseguir algo que ganar, y usted debe estar preparado para mostrarle a su arrendador que esta situación y esta propuesta es mejor que un incumplimiento.
  4. Si usted debe postergar parte de su pago, también proponga a su arrendador cómo cancelará una vez que termine la crisis, es decir, si su canon de arriendo es $350.000 y usted a la fecha puede cancelar solo $300.000, hágale saber a su arrendador de qué forma podría cancelar los $50.000 restantes, si bien no es recomendable asumir compromisos cerrados en momentos de tanta incertidumbre, sí es importante brindar la seguridad que usted esta comprometido con el pago.
  5. Sea honesto y, en lo posible, muestre evidencias de la situación por la que está atravesando, siendo lo más empático posible con su contraparte y entendiendo que él también atraviesa problemas con esto.
  6. Todos los acuerdos alcanzados en esta negociación déjelos por escrito con un correo a su acreedor, pidiéndole que responda aceptando estas nuevas condiciones transitorias. Esto es un medio de respaldo por si alguno de los dos cambia de opinión en algún momento y desean escalar el caso a instancias judiciales (es un medio probatorio).

Si a pesar de sus esfuerzos usted no logra un acuerdo, es importante que sepa que los desalojos judiciales tienen procedimientos a seguir, y deben ser ejecutados por la fuerza pública, nunca por un particular. Sin embargo, intentar aprovecharse de una situación como esta para dejar de pagar arriendo, aún cuando tenga el dinero para hacerlo, le puede traer consecuencias graves, por lo que la clave es ser honesto con nuestra realidad y nuestras capacidades.

Ahora mismo los humanos estamos siendo llamados a la reflexión con todo lo que está ocurriendo. Ser más solidarios y empáticos para atravesar la grave crisis sanitaria que estamos viviendo, sin duda nos ayudará a sobrellevar todo con la mayor serenidad y responsabilidad posible, no solo con nosotros mismos sino también con nuestro entorno.

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